Podemos ejercerlos y obligar a los poderes públicos y a las empresas a que cambien de sistema.
¿Qué es el consumo sostenible?
En la actualidad se viene constatando que existe una fuerte conexión entre el consumo sostenible y la necesidad de asegurar que se respeten los derechos humanos básicos, ya que la pobreza por un lado, y el deterioro ambiental del planeta por otro, se alimentan mutuamente y tienen un efecto dominó sobre los derechos humanos y el desarrollo de las generaciones venideras.
Es un modelo de consumo cada vez mas extendido y mas aceptado por la sociedad, cuyo concepto surgió inicialmente en el año 1987, en el seno de la Comisión Brundtland (Informe Nuestro Futuro Común), en el que se ponía de relieve las interrelaciones de las actividades humanas, su impacto sobre el planeta y la importancia, cada vez mayor de la crisis medioambiental.
La idea de consumo sostenible se refiere al conjunto de acciones que tratan de encontrar soluciones viables a los desequilibrios sociales y ambientales por medio de una conducta más responsable por parte de todos. En particular, el CS está relacionado con la producción y distribución, uso y eliminación de productos, y servicios y proporciona los medios para repensar acerca de sus ciclos de vida. El objetivo, es asegurar que se cubren las necesidades básicas de la comunidad global en su conjunto, se reducen los excesos y se evita el daño ambiental.
En definitiva, el consumo sostenible trata de:
1. satisfacer las necesidades humanas.
2. favorecer una buena calidad de vida por medio de estándares de vida dignos.
3. compartir los recursos entre ricos y pobres.
4. actuar tomando en cuenta las generaciones futuras.
5. considerar el impacto de los productos al consumirlos “huella ecológica”
6. minimizar el uso de los recursos, los residuos y la contaminación